Cuando comenzamos a practicar, vemos el T´ui Shou, casi como un ejercicio de
enfrentamiento. No entendemos. Luego empezamos a practicar con la guía de un instructor. Él nos cuenta que
es un juego en donde ponemos a prueba nuestro equilibrio y armonía, pero que no
debemos ver a nuestro compañero como un oponente, sino como parte del juego
mismo. Intelectualizamos.
Solo la práctica continua, siempre atendida por un guía que tenga en claro el
concepto del juego, nos permitirá descubrir el verdadero sentido de este
ejercicio.
Cuando empezamos a entender, vemos el T´ai Chi mismo en movimiento,
desenvolviéndose con la propuesta del Yang y la adaptación del Yin en un
infinito venir y devenir de movimientos que se complementan y que nos conectan
con el mismo Tao.
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